domingo, 14 de diciembre de 2014

17. LAS CABAÑUELAS


Las cabañuelas proceden de una antiquísima tradición oral que consiste en la observación e interpretación de la climatología durante los primeros 24 días del mes de agosto, para extrapolar los resultados a los últimos cinco meses del año en curso y a los siete primeros del año venidero. Con este método de pronóstico meteorológico a largo plazo se podrá determinar si un mes será lluvioso o seco, si hará más o menos frío etc., todo ello irá en función de cómo se haya comportado cada jornada durante el tiempo que dura este proceso.
Hay que tener en cuenta que las cabañuelas no se interpretan igual en todos los lugares, cada región o comarca suele tener su propio método de pronóstico, incluso los vecinos de una misma localidad pueden tener diferentes criterios a la hora de su vaticinio.
En el pronóstico de las cabañuelas intervienen esencialmente factores climatológicos, teniendo mucho que ver las condiciones atmosféricas que se produzcan en el transcurso de ese procedimiento.
Según este pronóstico, va a depender de una manera decisiva si el día está nublado o hace sol; si amanece con niebla; si truena, llueve o cae pedrisco; el aspecto que presente el sol y la luna; la dirección y velocidad del viento, así como otra serie de parámetros naturales que pueden condicionar la predicción de las mismas. Un dato a tener muy en cuenta es que si ese día llueve la cabañuela se vacía y el mes correspondiente a dicho día (siguiendo este método), será irremediablemente seco.
En Almaciles los 12 primeros días de agosto se conocen como cabañuelas de ida y del 13 al 24 del mismo mes, en la que los meses se ajustan a la inversa, se les denomina cabañuelas de vuelta, contra, o retorna.
Así que valorando todas estas circunstancias, se corresponden de la siguiente manera:
-El  1 de agosto de 2015  al mes agosto de   2015
-El  2          “         “      “        "    septiembre     “
-El  3         “         “      “         "     octubre          “
-El  4         “         “      “         "     noviembre     “
-El  5         “         “      “         “     diciembre      “
-El  6         “         “      “         “     enero         2016
-El  7         “         “      “         “      febrero         “
-El  8         “         “      “         “      marzo           “
-El  9         “         “      “         “      abril              “
-El  10       “         “      “         “      mayo            “
-El  11       “         “      “         “      junio             “
-El  12       “         “      “         “      julio              “
En la contra o retorna se corresponden los meses en forma
descendente.
-El  13 de agosto de 2015  al mes julio de   2016
-El  14        “          “      “         “    junio             “
-El  15        “          “      “         “    mayo            “
-El  16        “          “      “         “    abril              “
-El  17        “          “      “         “    marzo            “
-El  18        “          “      “         “    febrero          “
-El  19        “          “      “         “    enero             “
 -El  20       “          “      “         “    diciembre    2015
-El  21        “          “       “        “    noviembre    “
-El  22        “          “       “        “    octubre         “
-El  23        “          “       “        “     septiembre   “
-El  24         “         “      “         “     agosto           “
El cabañuelón es de alguna manera el colofón a este proceso de predicción meteorológica. Es un término que se emplea para pronosticar de forma global el tiempo que va a hacer durante todo este periodo anual, teniendo en cuenta cómo se desarrolle desde el punto de vista climatológico el día de San Agustín (28 de agosto).
Para los agricultores este día debe ser soleado o poco nublado ya que esto sería presagio de una buena cosecha, si por el contrario apareciera excesivamente nublado, o en el peor de los casos lloviera, «mal asunto», que diría un paisano, porque el año venidero tendría fatales consecuencias para el agricultor. En este sentido hay un refrán que se dice en la comarca y que define muy bien esta situación: «San Agustín nublao, vende las mulas y quema el arao» o éste otro: «Agustín llovío, año perdío».
Los cambios climatológicos producen síntomas que se hacen notar en personas, animales o cosas, y como presagio o augurio de esos cambios, numerosos vecinos experimentados en este aspecto, basándose en la sabiduría popular y en sus propias experiencias suelen decir:
§ «Cuando va a empeorar el tiempo, se hace notar con dolores de huesos».
§                        :«Si las golondrinas vuelan bajo, es que barruntan agua»
§  «Los gatos se lavan la cara cuando las lluvias están próximas»
§  «Cuando en el cerro del Moralejo aparece cejo y se pone negro, tormenta segura».
§  «El desprendimiento de hollín en las chimeneas es presagio de tiempo húmedo».
§  «Si las bestias mueven continuamente las orejas, es que va a llover»
§  «Cuando la luna lleva cerco, se aproxima cambio de tiempo»
§  «El baño de los gorriones en los charcos vaticina tormentas»
§  Cuando los gatos corren y saltan presagian la llegada de fuertes vientos.
§  Otro pronostico de lluvia cercana, se produce cuando las ovejas se agrupan por sí solas, y se sacuden.
§  Si las moscas se ponen pesadas y pican, es que se avecina un aguacero.


Gato "lavándose la cara".
EL VIENTO
Es uno de los factores atmosféricos que más influencia tiene para determinar la climatología. En Almaciles, más que viento se dice aire y, debido a la repercusión que puede tener para la agricultura, tanto en lo positivo como en lo negativo, es motivo de observación y análisis por parte de los vecinos.
Los aires son buenos o malos, mejores o peores, dependiendo de la estación del año en que nos encontremos, de las situaciones atmosféricas del momento y también del espacio geográfico en que nos situemos, pues en un radio de acción de unos pocos kilómetros un aire puede ser beneficioso para una zona y perjudicial para otra.
En Almaciles, el aire de arriba o de poniente se considera que es bueno durante el invierno, ya que es cálido y suaviza la temperatura, sin embargo es temido en verano ya que viene muy caliente produciendo calima, y con ello, un ambiente bochornoso. Este aire perjudica notablemente a los cereales cuando éstos están granando o se encuentran en su fase de maduración.
Con el aire de levante o del este, conocido también como de abajo sucede a la inversa, en invierno viene frío y es propenso a bajas temperaturas mientras que en verano, cuando procede de esa dirección, refresca el ambiente y hace que la temperatura sea más agradable evitando el calor a veces bochornoso que se hace insoportable. Igualmente el aire de levante es muy beneficioso para la agricultura durante la primavera y hasta la recolección, porque hace que los cereales espiguen y granen de forma gradual consiguiendo de ellos el máximo rendimiento.
El aire del cierzo es un viento que viene del norte y por lo tanto nos podemos imaginar lo que se deriva de él en invierno: escarchas, heladas y bajas, muy bajas temperaturas. En verano, lo más frecuente es que cuando sople, aunque sea suave, las veladas nocturnas en la calle tomando el fresco brillen por su ausencia.
Los grandes temporales de frío y nieve suelen venir del cierzo, basta recordar el duro temporal de este tipo que asoló a esta comarca el invierno de 1944-45, con el mencionado «Nevazo Gordo». En Almaciles esta situación de frío se califica como «hace un frío negro».


Veleta del campanario de la iglesia de Almaciles.
Por último, decir que la veleta de la torre de la iglesia ha sido y sigue siendo la guía de muchos almacileños para conocer y presagiar, por medio de la dirección del viento, los posibles cambios atmosféricos del momento.


Juan García Tristante.



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